Brecha salarial de género – tabla de contenido:
No obstante, a pesar de los claros avances en el campo de la igualdad de género, la brecha salarial de género sigue siendo un problema social urgente, generando mucha controversia y discusión (a menudo resultado de la falta de conocimiento y conciencia). Hoy exploraremos algunos mitos y hechos sobre la brecha salarial de género para resolver dudas y entender este problema social fundamental.
¿Qué es la brecha salarial de género?
La brecha salarial de género es una disparidad estadística en los ingresos entre hombres y mujeres. Este fenómeno se manifiesta en el hecho de que las mujeres – por el mismo trabajo o uno similar – ganan menos que los hombres, lo que se mide comparando los ingresos medianos o la tasa promedio de salario bruto por hora en diferentes sectores de la economía. Entre las razones más comunes para las diferencias descritas se encuentran:
- Elecciones profesionales – las mujeres y los hombres frecuentemente se agrupan en diferentes industrias, lo que contribuye a la brecha salarial. Algunas industrias, como la tecnología o la ingeniería, siguen estando dominadas por hombres, donde los salarios tienden a ser más altos, mientras que las mujeres a menudo están mejor representadas en sectores como la atención médica, la educación o varios tipos de servicios, donde los salarios son a menudo más bajos,
- Interrupciones en la carrera – las mujeres suelen tomar interrupciones en su carrera para atender la maternidad o cuidar a otros miembros de la familia, lo que afecta su trayectoria profesional y, por ende, su salario.
- Desbalance entre trabajo y vida – las expectativas sociales sobre los roles de género impactan regularmente el equilibrio entre trabajo y vida de las mujeres empleadas, quienes tienden a cargar con una mayor carga de cuidado familiar. Tales situaciones reducen su disponibilidad (por ejemplo, obligándolas a trabajar a tiempo parcial) y, en consecuencia, disminuyen sus ingresos.
Los mitos y hechos más populares sobre la brecha salarial de género
La brecha salarial de género ha sido un tema candente a nivel global en parlamentos y foros internacionales (por ejemplo, la UE). La falta de discusión abierta ha llevado a que las personas mantengan muchas ideas erróneas al respecto. Es importante reconocerlas, así que aquí está nuestra lista de los tres más prevalentes junto con la justificación que las refuta.
Mito I: La brecha salarial de género no existe – es el resultado de que las mujeres eligen trabajos de menor remuneración
Hecho: Las disparidades salariales han sido documentadas en varios países por informes y estudios independientes (publicados, por ejemplo, por Eurostat, el Pew Research Center y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), mostrando que incluso con calificaciones, experiencia y posiciones similares, todavía existe una brecha salarial entre hombres y mujeres. Por ejemplo, un estudio de Glassdoor encontró que en 2019, las mujeres ganaban $0.79 por cada $1 que ganaban los hombres.
Mito II: La brecha salarial de género es el resultado de diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
Hecho: La desigualdad salarial no es el resultado de diferencias biológicas, habilidades o productividad, sino de desigualdades sistémicas y sociales que continúan afectando los salarios de las mujeres. Aún se les trata de manera estereotipada en muchos lugares y países (donde los empleadores desaconsejan la licencia de maternidad y el ausentismo relacionado) y se les considera menos competentes que a los hombres. Para verlo claramente, es necesario observar datos que comparen salarios o promociones a puestos de gestión. Según el Índice de Diversidad de Género preparado por la firma de investigación Kantar Public para European Women on Boards, en toda Europa solo el 30% de los gerentes son mujeres.
Mito III: La brecha salarial de género se debe a que las mujeres no negocian salarios.
Hecho: Si bien no hay duda de que la negociación salarial es a veces necesaria para lograr salarios más altos, no es la causa principal de la brecha salarial de género. Los estudios revelan que incluso cuando las mujeres negocian salarios a una tasa similar a la de los hombres, aún reciben menos por la misma carga de trabajo. Como ejemplo, un informe de Glassdoor publicado en 2016 analizó tanto los salarios iniciales como los ingresos posteriores después de las negociaciones salariales. En él, significativamente menos mujeres (4%) que hombres (15%) indicaron que habían negociado su salario y recibido más dinero.

Brecha salarial de género – resumen
Abordar la brecha de género – es decir, en la práctica, romper el llamado “techo de cristal” – requiere acciones a nivel sistémico que eliminen la discriminación de género, se centren en promover la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo y apoyen el logro de un equilibrio entre trabajo y vida para las mujeres.
Pero el primer paso es educar y discutir continuamente sobre la brecha salarial leyendo informes y estudios actuales relacionados con el tema, así como respondiendo a la desinformación a medida que aparece. Solo de esta manera se desmentirán los mitos más populares y se avanzará hacia una sociedad moderna más justa.
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Nicole Mankin
Gerente de recursos humanos con una excelente capacidad para construir una atmósfera positiva y crear un entorno valioso para los empleados. Le encanta ver el potencial de las personas talentosas y movilizarlas para que se desarrollen.