En algunos casos, un empleado puede experimentar una situación en la que entregar resultados adecuados es imposible – este tipo de caso se conoce como el síndrome de estar preparado para fracasar. Sus causas pueden ser variadas, pero las consecuencias suelen ser severas tanto para los empleados como para la organización en su conjunto. A continuación, explicamos por qué.

El síndrome de estar preparado para fracasar

También conocido como el síndrome de fracaso, este fenómeno de dinámicas organizacionales proviene de las actitudes de los líderes o supervisores. Crean condiciones que predisponen a los empleados a fracasar o hacen imposible alcanzar los resultados esperados. En la práctica, implica el uso de acciones deliberadas y la exhibición de comportamientos que socavan los resultados entregados por la persona empleada.

Dichas acciones consideran tanto factores internos (resultantes de la actitud del supervisor) como externos (que constituyen un elemento negativo de la cultura organizacional implementada por más de un supervisor o gestión). Son obvias de detectar, especialmente en el caso de empleados que rinden a un nivel promedio – pero aún correcto – pero que podrían volverse más valiosos para la organización si se les brinda el apoyo adecuado.

Causas del síndrome de estar preparado para fracasar

La falta de confianza por parte del supervisor es la razón más común. Cuando un líder no cree en la competencia, habilidades o capacidades de un empleado (por ejemplo, debido a cometer un solo error o tener problemas para completar una tarea seleccionada), comienza a tratarlo como una persona incapaz de lograr los resultados esperados.

Dicha creencia se traduce en una falta de apoyo para el desarrollo, la incapacidad de proporcionar tareas al nivel de competencia o la detención del empleado para que muestre iniciativa, lo que se nota en términos del rendimiento del empleado (hay un sentido negativo de sobrecontrol y subvaloración). Otras razones para el fenómeno descrito incluyen:

  • Expectativas demasiado altas – el líder establece metas imposibles o espera resultados del empleado que están más allá de su alcance (por ejemplo, debido a las capacidades proporcionadas por la empresa, competencias poseídas, etc.),
  • Creencias negativas – toman la forma de desagrado personal (sin razón o debido a la personalidad, valores o carácter), lo que se traduce en tratar a un empleado de manera inapropiada y reforzar el comportamiento esperado (pobre),
  • Falta de apoyo y recursos – el supervisor no ayuda ni proporciona la capacitación, recursos o información necesarios para que el empleado realice el trabajo de manera efectiva, dificultando así el logro de los resultados esperados.

Síndrome de estar preparado para fracasar vs. amenazas para la organización

El síndrome de estar preparado para fracasar puede tener consecuencias tanto para el propio empleado como para la organización. Primero y ante todo, establecer expectativas poco realistas, evaluaciones negativas sistemáticas o no proporcionar el apoyo necesario puede llevar a una disminución de la motivación y el compromiso del empleado. Tal persona se sentirá desanimada y sin valor, perdiendo así el deseo de tomar la iniciativa y comprometerse con sus deberes.

Además, a través del estrés y la presión constantemente sentidos, la productividad y la calidad del trabajo disminuirán, lo que a su vez, reduce el rendimiento de la organización. Los empleados tampoco tendrán la oportunidad de realizar su potencial – y la empresa perderá la oportunidad de ver lo que podrían aportar a la empresa si se desarrollaran más fuertemente.

síndrome de estar preparado para fracasar

El síndrome de estar preparado para fracasar – resumen

El síndrome de estar preparado para fracasar es un ciclo vicioso o una profecía autocumplida – el supervisor cree que ciertos trabajadores son incompetentes, toma acciones que contribuyen a demostrar esta actitud y escala su comportamiento. Eventualmente, las consecuencias negativas provienen no solo de trabajadores desmotivados, sino también de supervisores dominantes).

Esta perspectiva que demuestran los líderes puede afectar tanto a los empleados (que incluso pueden renunciar), al equipo (empeorando la atmósfera) como a la organización en su conjunto (produciendo resultados más pobres). Debido a estos tipos de riesgos, es necesario observar y responder cuidadosamente a los síntomas emergentes del síndrome de estar preparado para fracasar. Después de todo, crear un ambiente de trabajo saludable y equitativo en el que los empleados tengan la oportunidad de tener éxito y prosperar es clave para lograr eficiencia y sostenibilidad en una organización.

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Nicole Mankin

Gerente de recursos humanos con una excelente capacidad para construir una atmósfera positiva y crear un entorno valioso para los empleados. Le encanta ver el potencial de las personas talentosas y movilizarlas para que se desarrollen.

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