Estos incentivos desencadenan un proceso regulatorio conocido como motivación, que puede tener dos fuentes: intrínseca y extrínseca. De hecho, entender cómo funcionan es vital en la búsqueda tanto de la vida profesional como personal. A continuación, describiremos ambos tipos, señalaremos los factores que los distinguen y veremos cómo afectan nuestros objetivos y rendimiento.

¿Qué es la motivación extrínseca?

Este tipo, por otro lado, se refiere a factores que influyen en nuestras acciones independientemente de nosotros. Esas variables no nos conciernen, sino que son proporcionadas por el entorno y las personas que nos rodean. Normalmente toma la forma de realizar acciones para recibir una recompensa o evitar un castigo. Una de las fuentes más prevalentes de este tipo son:

  • Recompensas materiales – regalos, bonificaciones o aumentos,
  • Reconocimiento social – a menudo actuamos para obtener reconocimiento y aprobación de otras personas, por ejemplo, en forma de elogios en un foro,
  • Presión social – las expectativas de otras personas pueden hacernos querer cumplir con esas expectativas (a veces para evitar consecuencias sociales negativas),
  • Penalizaciones y sanciones – podemos actuar para evitar consecuencias negativas como la pérdida del empleo, multas, pérdida de privilegios, etc.,
  • Objetivos extrínsecos – impuestos por otros, es decir, por ejemplo, resultantes de los requisitos de un superior, expectativas de clientes o directrices de la organización.

¿Qué impulsa la motivación intrínseca?

La motivación intrínseca se refiere a los factores y necesidades individuales que impulsan las acciones de una persona. Tal impulso fuerte que proviene “desde dentro” (corazón, alma, mente) hace que los individuos se involucren en actividades debido a sus intereses (tienen una fuente de energía en forma de pasión), valores (creen en lo que están haciendo), aspiraciones (sienten que quieren lograr “algo” en la vida) y la necesidad de autorrealización (sentirse realizados).

Saben bien que lograr una actividad traerá consigo una sensación de satisfacción y alegría, a menudo independientemente del resultado (no esperan recompensas ni elogios). Las personas con una fuerte motivación intrínseca pueden volverse extremadamente efectivas en el trabajo, porque el alto compromiso, el gran rendimiento y los resultados visibles de sus actividades (especialmente en el área de intereses) provienen de sus necesidades y deseos. Aún así, para convertirse en tal persona, debes demostrar:

  • Autodisciplina – porque eres responsable de tus resultados y te evalúas a ti mismo,
  • Pensamiento positivo – esencial para seguir adelante incluso en momentos difíciles,
  • Perseverancia – hacer intentos repetidos en situaciones de fracaso.

Motivación intrínseca vs. extrínseca – ¿cuál funciona mejor?

Uno puede preguntarse cuál de los procesos descritos produce mejores resultados en el trabajo. Sin embargo, vale la pena señalar que los dos no son mutuamente excluyentes, ya que a menudo actuamos bajo la influencia de factores que tienen diferentes fuentes.

Para ilustrar, piensa en una situación en la que realizas una tarea asignada por un superior (relacionada extrínsecamente con el deseo de evitar un castigo por no cumplir o de obtener reconocimiento social por un desempeño adecuado), mientras que al mismo tiempo, quieres completarla lo mejor posible porque sabes que de esta manera crecerás (intrínseca resultante de nuestra pasión o valores que nos impulsan). Sin embargo, ten en cuenta que ambos tipos descritos tienen sus pros y contras:

  • La motivación intrínseca es muy difícil de establecer y mantener – requiere un gran nivel de autoconciencia (reconocer los propios valores, pasiones y objetivos), pero puede proporcionar excelentes resultados (mayor satisfacción, mejor rendimiento),
  • La motivación extrínseca, aunque más fácil de reunir, a menudo se caracteriza por una falta de sostenibilidad (efectividad a corto plazo) y a veces puede carecer de satisfacción personal.
Motivación Extrínseca

Motivación intrínseca y extrínseca – resumen

Al realizar ciertas actividades, intenta reconocer las razones por las que las emprendiste: si las iniciativas provienen de tu necesidad personal (la actividad está en línea con tus deseos), o son meramente el resultado de una posible recompensa, presión o castigo proveniente del entorno.

Si bien la motivación intrínseca es indudablemente más difícil de establecer, puede llevar a las mayores recompensas – por eso es tan importante esforzarse por encontrarla dentro de uno mismo. Esto es especialmente esencial cuando te das cuenta de que las fuentes extrínsecas limitan tu libertad, y lo que es más, pueden agotarse en algún momento. Un gran nivel de autoconciencia sin duda facilitará nuestro manejo efectivo de los estímulos que recibimos, dependiendo del contexto y la situación específica en la que nos encontremos.

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Nicole Mankin

Gerente de recursos humanos con una excelente capacidad para construir una atmósfera positiva y crear un entorno valioso para los empleados. Le encanta ver el potencial de las personas talentosas y movilizarlas para que se desarrollen.

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