Las pruebas de preferencia son un método de investigación de UX popular. La clave de su éxito radica en su buena comprensión y preparación cuidadosa. ¿Cuándo y cómo realizar pruebas de preferencia? ¿En qué se diferencian de las pruebas A/B? ¿Cómo pueden mejorar el producto final funcional y visualmente? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
Las pruebas de preferencia son un método de investigación que implica compartir varias (generalmente de dos a tres) opciones de diseño con los sujetos de prueba y preguntarles sobre sus preferencias: qué diseño les gusta más y por qué. A diferencia de otras pruebas, las pruebas de preferencia se centran específicamente en los aspectos visuales de los productos y el diseño. Este estudio puede ayudarte a aprender más sobre el usuario y su percepción de la marca, y descubrir qué sentimientos y emociones tienen. Las pruebas de preferencia también te permiten evaluar un diseño en términos de su atractivo visual, consistencia de marca y credibilidad general.
Las pruebas de preferencia son útiles en UX, ya que brindan a investigadores y diseñadores una visión directa de los gustos de los usuarios y la información sobre lo que piensan de diferentes diseños (visualmente). Como resultado, el método permite tomar decisiones importantes temprano en el proceso de diseño y evita que la empresa invierta innecesariamente tiempo y energía en un diseño que probablemente no atraerá al usuario final.
Las pruebas de preferencia tienen como objetivo entender qué atrae visualmente al usuario objetivo y por qué. Los resultados de las pruebas pueden utilizarse en muchas etapas del proceso de diseño, desde la planificación general de esquemas de color o jerarquías en una página hasta decisiones específicas como la selección de fuentes e íconos.
Podemos distinguir entre pruebas de preferencia cualitativas y cuantitativas. Las cualitativas suelen tomar la forma de una entrevista, durante la cual mostramos al usuario diferentes versiones del producto y luego se les pregunta cuál les gusta más. Las pruebas cualitativas también examinan las impresiones y actitudes del usuario hacia cada uno de los diseños mostrados, y les permiten responder no solo cuál diseño les gusta más, sino “¿por qué este?”
Las pruebas de preferencia cuantitativas pueden tomar la forma de una encuesta en la que los usuarios seleccionan su diseño preferido y qué actitud tienen hacia cada uno. Esto permite obtener retroalimentación de un grupo de encuestados mucho más grande que las pruebas cualitativas, lo que resulta en una mayor confianza en que los resultados pueden generalizarse a todos los usuarios. Las pruebas de preferencia cuantitativas son apropiadas cuando el diseño es relativamente simple y no contiene numerosas pantallas, y cuando la empresa conoce las razones por las cuales los usuarios prefieren una versión más que otra.
Puedes realizar pruebas de preferencia en varias etapas del proceso de diseño. Sin embargo, generalmente se llevan a cabo al principio de la fase de diseño para obtener retroalimentación inicial de los usuarios, incluso antes de que la empresa invierta tiempo y dinero en el proyecto. De esta manera, se puede determinar qué dirección es más rentable y por qué.
Las empresas que no están construyendo un producto desde cero, sino que planean rediseñar una solución existente, pueden realizar una prueba de preferencia para comparar su diseño con la competencia.
En términos simples, las pruebas A/B se realizan más tarde, cuando el diseño final está casi listo y los usuarios pueden interactuar con él en vivo, mientras que las pruebas de preferencia se realizan temprano en el proceso, en un prototipo, modelo o incluso un boceto del diseño. Las pruebas de preferencia se centran en entender qué diseños prefiere un usuario y por qué, antes de que el producto esté terminado.
Otra diferencia clave es que las pruebas A/B se basan en KPIs (Indicadores Clave de Desempeño). Ayudan a determinar cómo diferentes variaciones afectan el comportamiento del usuario y el logro de los objetivos comerciales. Por ejemplo, una empresa que desea aumentar el número de suscripciones al boletín en su tienda en línea decide realizar una prueba A/B del botón de llamada a la acción, examinando qué color del elemento genera más conversiones.
Al igual que con otros métodos, lo más importante es definir los objetivos y preguntas de investigación y escribirlos en un lugar destacado y presentarlos a los participantes de la prueba. ¿Es la prioridad entender qué variante de diseño prefieren los usuarios? ¿Es el objetivo averiguar cómo perciben cada proyecto individualmente?
También vale la pena determinar qué tipo de retroalimentación desea la empresa: cualitativa o cuantitativa. También debes asegurarte de que todas las opciones de diseño sean funcionales.
El intercambio de ideas de los participantes puede variar dependiendo de si se realizaron pruebas cualitativas o cuantitativas. Aquí hay algunas posibilidades:
Los participantes en la prueba de preferencia (así como en otros métodos de investigación en UX) son en su mayoría educados y generalmente se abstienen de criticar directamente el diseño, incluso si se les anima explícitamente a ser brutalmente honestos. Por esta razón, a veces es mejor utilizar métodos indirectos para encontrar las verdaderas razones para elegir un producto sobre los demás.
De acuerdo con los principios generales de la investigación con usuarios, es necesario encontrar sujetos de prueba que reflejen a los clientes objetivo lo más cerca posible. Dependiendo del objetivo declarado, pueden ser clientes actuales (si la empresa quiere que comprendan el contexto de uso) o personas no relacionadas con el producto (si el estudio debe aportar nuevas ideas, sin sesgos).
Antes de reclutar, debes determinar el número de participantes (se recomiendan 20-30 encuestados), el método para alcanzarlos y un posible incentivo para participar en el estudio.
Antes de comenzar la prueba, es una buena idea explicar todo el proceso y las expectativas a los participantes. La prueba no solo debe mostrar diseños, sino también hacer preguntas de seguimiento. Esto ayudará al investigador a averiguar por qué los participantes eligieron una opción particular y cómo se puede mejorar el prototipo considerando sus preferencias.
Realizar pruebas sin analizar los resultados no aporta mucha información a la empresa, así que no omitas este paso. Para las pruebas cualitativas, agrupa respuestas similares y encuentra los patrones resultantes. Con las pruebas cuantitativas, vale la pena extraer la respuesta más preferida. Sin embargo, si la diferencia no es lo suficientemente notable, vuelve a probar con un borrador revisado.
Las pruebas de preferencia valen la pena realizarse temprano en el proceso de diseño, ya que pueden ayudar a diseñar en función de las preferencias del usuario en lugar de suposiciones personales. Además, esta solución es más fácil de implementar y menos costosa que las pruebas A/B.
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Un diseñador gráfico y de UX que transmite en el diseño lo que no se puede expresar con palabras. Para él, cada color, línea o fuente utilizada tiene un significado. Apasionado por el diseño gráfico y web.
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