Inteligencia Emocional en el Liderazgo – tabla de contenido:
Inteligencia emocional – ¿de qué se trata?
Este tipo de inteligencia se refiere a la capacidad de una persona para entender los estados mentales sentidos – tanto los propios como los de los demás. Cubre muchas áreas relacionadas con los sentimientos, comenzando por reconocerlos, regularlos y controlarlos. Este rasgo es esencial para construir buenas relaciones con los demás, lo que requiere autoconciencia en el área de los propios sentimientos y la capacidad de empatizar (ponerse en el lugar de los demás y mostrar una actitud de comprensión). En el mundo empresarial actual, donde hay un énfasis creciente en la comunicación y las relaciones interpersonales, una alta conciencia en el área de los propios sentimientos y los de los demás es un rasgo cada vez más deseable – especialmente en los gerentes de equipo.
Emociones y liderazgo – ¿cuál es la relación?
Las personas con alta inteligencia emocional tienden a ser más efectivas en el manejo de problemas y conflictos, se comunican bien con los demás y muestran más motivación para alcanzar metas. Por esta razón, pueden ser mejores líderes para sus equipos y llevar a resultados satisfactorios tanto para los individuos como para el grupo. Esto se debe a que ocupar esta posición requiere una gran gestión de personas, que incluye áreas como:
- tomar decisiones difíciles – un líder así mantendrá la calma y el pensamiento claro incluso en la situación más complicada,
- crear un equipo de empleados comprometidos – ayudado por relaciones positivas con los miembros del equipo, que son más fácilmente construidas por líderes que son conscientes de sus propios sentimientos y los de los demás,
- motivar a los empleados – los líderes pueden empatizar con sus empleados, lo que les permite motivarlos de manera individual, adaptando su enfoque al carácter y las necesidades del empleado en cuestión.
Un líder emocionalmente inteligente – ¿o qué tipo de líder?
Un líder caracterizado por una alta inteligencia emocional, por lo tanto, sabe exactamente cómo motivar a otra persona para trabajar, resolver conflictos en un equipo o lidiar con el comportamiento difícil de un empleado. Tal individuo también demuestra habilidades de comunicación altamente desarrolladas – puede presentar opiniones de manera efectiva sin causar malentendidos o sentimientos negativos entre los demás. Los líderes emocionalmente inteligentes también entienden las necesidades de sus empleados y adaptan su enfoque a ellas. Esto se vuelve especialmente importante en la era de la diversidad cultural y social en el lugar de trabajo, lo que hace que cada empleado tenga diferentes necesidades y expectativas del supervisor.
¿Cómo aprender a ser consciente en el área de los sentimientos?
Aunque puede parecer que la inteligencia emocional es una habilidad innata que solo posee un cierto porcentaje de la población, afortunadamente, todos pueden desarrollarla y fortalecerla. Naturalmente, la mejor manera es aprender de la práctica – actuando como líder y encontrando situaciones específicas en su trabajo. Sin embargo, varios tipos de capacitación o cursos sobre, por ejemplo, habilidades interpersonales, resolución de conflictos, construcción de compromiso o comunicación adecuada (expresar los propios pensamientos) también funcionarán bien. Las sesiones de coaching para enfocarse en fortalecer habilidades en las que sienta que tiene algunas deficiencias también pueden ser particularmente útiles. El coach adecuado proporcionará direcciones, herramientas o estrategias de acción para mejorar la autoconciencia sobre cómo se siente usted y los demás.
Inteligencia emocional en el liderazgo – resumen
Nadie debería dudar de que un buen líder debe demostrar inteligencia emocional a un alto nivel – especialmente hoy en día cuando un empleado es considerado el recurso más crucial de una empresa. Solo de esta manera un líder podrá gestionar adecuadamente a los miembros de su equipo, es decir, descubrir sus necesidades, apoyarlos en sus desafíos, resolver posibles conflictos, motivarlos a continuar, y al mismo tiempo (gracias a la autoconciencia y el autocontrol) no hacer que sus estados emocionales se reflejen en los demás. Por lo tanto, vale la pena apostar por el desarrollo de esta habilidad entre líderes y gerentes. Así, se producirán cambios positivos en la cultura organizacional, que sin duda afectarán el logro de los objetivos comerciales establecidos.
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Nicole Mankin
Gerente de recursos humanos con una excelente capacidad para construir una atmósfera positiva y crear un entorno valioso para los empleados. Le encanta ver el potencial de las personas talentosas y movilizarlas para que se desarrollen.