9 de cada 10 startups fracasan porque crean un producto que el mercado no necesita. Por lo tanto, es esencial evaluar tu idea de negocio a fondo. Crear un MVP podría ayudar en eso. ¿Cómo construir un MVP? Lee nuestro artículo y descúbrelo.
¿Qué es un MVP? Significa Producto Mínimo Viable y se refiere a la primera versión funcional de un producto que tiene suficientes características (que definen su propuesta de valor) para satisfacer las necesidades de los clientes potenciales. Un MVP te permite recopilar y analizar comentarios sobre el producto con recursos y costos mínimos. Esto te permite validar tu idea de negocio de manera efectiva y comprobar si hay un mercado para ella. Este enfoque se conoce como Desarrollo de MVP.
¿Cuáles son los mayores beneficios de construir un MVP? Uno de ellos es poder probar una idea y una hipótesis de producto con un presupuesto mínimo. Una gran ventaja es que tu equipo puede adquirir una experiencia invaluable al crearlo. Al construir un MVP, no tienes que dedicar tanto tiempo como si estuvieras haciendo un producto final, que, después de todo, puede no ser necesario.
Lo más importante, sin embargo, es que puedes probar las tendencias del consumidor en el mercado real. Con un MVP, puedes ponerte en contacto con clientes potenciales y co-crear el producto final con ellos. Además, en esta etapa temprana, puedes construir una base de usuarios potenciales y atraer a tus primeros inversores.
Antes de desarrollar un MVP y lanzarlo para probar una idea de negocio, es importante prestar atención a varios temas importantes. En primer lugar, no vale la pena gastar mucho dinero o una gran cantidad de trabajo en un MVP de inmediato. Después de todo, solo se necesita para probar tu concepto de negocio rápidamente.
En segundo lugar, es una buena idea informar a los clientes potenciales sobre el producto ya en la etapa de creación de un MVP. Además, piensa en organizar una pre-venta. Esto te mostrará si las personas están dispuestas a pagar por tu producto. Recuerda publicitar un MVP en las redes sociales y crear un sitio web para él.
Para construir un MVP, necesitas seguir varios pasos. Piensa en por qué estás desarrollando un producto y qué problema se supone que debe resolver. Luego, necesitas concentrarte en varias posibilidades para el desarrollo del producto. Una buena solución es preparar el llamado mapa del viaje del cliente, donde debes identificar a los clientes potenciales y determinar las acciones que el usuario realizará para alcanzar el objetivo.
Muchos expertos también aconsejan preparar un mapa de dolor-beneficio. ¿De qué se trata? Necesitas identificar las acciones que se realizarán al usar el producto e identificar los puntos de dolor y beneficios para cada uno de ellos. El siguiente paso es determinar qué funcionalidades deben implementarse en el MVP y priorizarlas. También vale la pena preparar una hoja de ruta del producto. Todos estos pasos te permitirán comenzar a preparar tu MVP.
De hecho, puedes preparar varios tipos de MVPs. Todo depende de cuán precisamente tu idea se mapee en tu MVP. Las diferencias pueden estar en el diseño visual, las características y la interactividad. La solución más rápida y fácil es un MVP de baja fidelidad.
Al crear un MVP de baja fidelidad, debes concentrarte principalmente en probar su funcionalidad. Dado que es solo un esqueleto de tu producto final, es bueno para verificar si un problema vale la pena resolver y qué características serían las mejores para tus clientes.
Un MVP de alta fidelidad, por otro lado, es muy similar al producto final. Es realista, detallado y altamente interactivo. Tal MVP te permite comprobar cuánto estarán dispuestos a pagar los clientes por el producto, facilita la preparación de una estrategia de desarrollo y te ayuda a encontrar tus primeros usuarios.
Cuando se trata de MVPs de baja fidelidad, vale la pena realizar encuestas y entrevistas con los clientes. Puedes presentar la idea en redes sociales y blogs, así como crear una página de destino dedicada. También puedes realizar la llamada prueba de puerta falsa para medir cuántos clientes intentan acceder al producto. Las pruebas A/B también son una buena solución.
En el caso de MVPs de alta fidelidad, puedes utilizar crowdfunding para ayudarte a recaudar dinero para el proyecto. Otras opciones incluyen proporcionar un producto que parezca automatizado desde el exterior, pero cuyos procesos se realicen manualmente. También puedes lanzar una funcionalidad a la vez.
Una vez que tu MVP esté lanzado, es necesario obtener comentarios del cliente potencial sobre el producto y medir el compromiso del usuario. Luego, toda esta información requiere un análisis exhaustivo para ayudarte a evaluar si la idea de negocio tiene algún potencial en el mercado.
Acabas de aprender cómo construir un MVP. Otros recursos: Diferencias entre prototipado de alta fidelidad y baja fidelidad.
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