La autoevaluación suele ser parte de la retroalimentación de 180 o 360 grados de un empleado. Además, los empleados pueden llevarla a cabo por su cuenta cuando creen que su desarrollo profesional no está cumpliendo con las expectativas. Es una gran herramienta para la planificación de carrera. Vale la pena construir una hoja con preguntas y tratar de dar respuestas objetivas. Una autoevaluación descriptiva ayuda a señalar nuestras fortalezas y debilidades y indicará nuestras aspiraciones y planes de carrera.
La autoevaluación del empleado suele ser parte de una evaluación descriptiva del empleado implementada por el empleador. La evaluación del desempeño del empleado es una herramienta de control, ayuda a desarrollar competencias, lograr mejores resultados laborales y es un recurso invaluable para supervisores y recursos humanos. En las evaluaciones de empleados realizadas por el método de 180 grados, la fuente de información es la retroalimentación del supervisor y la autoevaluación. En contraste, en la evaluación de 360 grados, la retroalimentación proviene de cuatro fuentes diferentes: superiores, colegas, subordinados y autoevaluación.
La evaluación del desempeño suele ser sistemática y periódica. Se presenta como una herramienta diagnóstica para medir si una persona cumple con los requisitos para ocupar un determinado puesto y realiza correctamente sus funciones. Con base en la evaluación, es posible diagnosticar áreas que necesitan corrección y crear un plan para el desarrollo futuro. La evaluación periódica de un empleado también es una gran oportunidad para verificar si una persona puede mantenerse objetiva en la autoevaluación y manejar la crítica constructiva.
El propósito principal de una evaluación del empleado es determinar en qué medida el empleado cumple con sus responsabilidades y si sus necesidades profesionales están alineadas con los objetivos más importantes de la empresa. Si se encuentra una discrepancia entre el empleado evaluado y su puesto, se toman medidas correctivas al respecto. Por otro lado, si la autoevaluación del empleado resulta positiva, entonces el conocimiento y las habilidades del empleado pueden ser útiles en la capacitación y adaptación del personal recién contratado. Una evaluación positiva también es la base para bonificaciones, aumentos y promociones.
El tipo y la naturaleza del puesto determinan la selección de criterios particulares que se convierten en la base para la evaluación. Las áreas más comunes a evaluar son:
Una autoevaluación descriptiva del empleado permite el análisis de las fortalezas y debilidades de un empleado. Al señalar éxitos pasados y fracasos profesionales, es más fácil ver nuevos caminos y direcciones en la carrera. Una autoevaluación bien redactada será un complemento durante la entrevista de evaluación periódica. La retroalimentación recibida del supervisor trazará la posición actual y la situación profesional del empleado. Al realizar una autoevaluación, es crucial centrarse en el rendimiento de uno mismo indicando si ha mejorado o empeorado. También es necesario identificar ventajas y desventajas en el trabajo.
En el caso de una autoevaluación que forma parte de una evaluación periódica del empleado, se le proporciona al empleado una hoja lista con preguntas. Los elementos clave de la autoevaluación son:
La autoevaluación objetiva de la competencia de un empleado se presenta como una tarea problemática, principalmente debido a la necesidad de mantener la neutralidad al evaluarse a uno mismo. Al igual que con cualquier método de evaluación, se pueden señalar sus beneficios y desventajas. Las fortalezas de la autoevaluación del empleado son la capacidad de mejorar la productividad y eficiencia en el trabajo, el diagnóstico del potencial de desarrollo del empleado, la posibilidad de cerrar la brecha de competencias entre individuos en los mismos puestos, obtener una imagen de los rasgos de personalidad de un empleado determinado y conocer el enfoque del empleado hacia la autoevaluación. Además, la autoevaluación agiliza el proceso de comunicación y forma actitudes pro-desarrollo al confrontar los resultados de la autoevaluación con los del supervisor.
En contraste, las debilidades de la autoevaluación están principalmente relacionadas con la dificultad de evaluarnos a nosotros mismos. Generalmente, nos percibimos a nosotros mismos y nuestro rendimiento de manera mucho más positiva que nuestros superiores y colegas. Además, nos resulta difícil admitir cuando hemos cometido un error. Es naturaleza humana que siempre queramos ser percibidos positivamente. En caso de fracaso, culpamos a otras personas o situaciones. Otro aspecto negativo de la autoevaluación es que algunos empleados la tratan principalmente como una herramienta de control, como algo que puede limitarlos y privarlos de sus derechos.
Los empleados leales y competentes son el recurso más valioso de cualquier organización. La autoevaluación, que es parte de la evaluación del empleado, permite seleccionar a los mejores empleados y guiarlos hacia un camino profesional adecuado. De esta manera, el empleador puede obtener personal eficiente y efectivo que se sienta satisfecho con las condiciones de empleo y se comprometa con la empresa durante muchos años.
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Gerente de recursos humanos con una excelente capacidad para construir una atmósfera positiva y crear un entorno valioso para los empleados. Le encanta ver el potencial de las personas talentosas y movilizarlas para que se desarrollen.
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