La psicología positiva en las organizaciones implica aplicar los principios y técnicas de esta tendencia al contexto de la empresa. Enfatiza que los empleadores (incluidos los supervisores directos) apoyen a los trabajadores en el desarrollo de un sentido de alegría y satisfacción con sus vidas laborales, para que todos puedan contribuir y valorar un mayor éxito para la empresa en su conjunto. Así, su objetivo es mejorar el bienestar y la efectividad de los empleados, así como establecer entornos de trabajo de apoyo – en homenaje a la creencia de que la actitud que tenemos hacia el trabajo afecta cómo llevamos a cabo nuestras responsabilidades.
Consideramos que el capital psicológico implica todos los recursos personales que un individuo posee y que son relevantes en el lugar de trabajo, es decir, un sentido de autoeficacia, optimismo, motivación para llevar a cabo las tareas, o la capacidad de autorregularse después del esfuerzo (entendido como la capacidad de un individuo para hacer frente al estrés, la adversidad y las dificultades de la vida), entre otros. Todos estos recursos impactan en el desempeño de los empleados en sus deberes y en los resultados que logran – y, en consecuencia, que a su vez influyen en la satisfacción laboral general, el compromiso o la salud mental. La suposición fundamental es que el capital psicológico es un recurso que se debe construir, desarrollar y poner en práctica (tanto a nivel individual como organizacional).
¿Qué es necesario para que la psicología positiva se implemente en el lugar de trabajo? Ed Diener y Robert Biswais Diener, en su libro “La felicidad en el trabajo: Maximizando tu capital psicológico para el éxito”, identificaron 6 elementos principales que deben estar necesariamente presentes en una empresa. Estos son:
Las organizaciones deben promover la autonomía y dar a los empleados un grado de libertad para tomar decisiones y realizar tareas (empoderamiento). Tal comportamiento hace que las personas se sientan más responsables de su trabajo y aumenta su motivación y creatividad, lo que eventualmente se traduce en un mejor bienestar y actitud hacia las tareas en cuestión.
Este tipo de organizaciones se centran en fomentar las relaciones adecuadas entre los empleados y proporcionar apoyo social. Hacer un esfuerzo por establecer y mantener un ambiente de trabajo donde prevalezcan el respeto y la empatía, y donde los empleados se ayuden mutuamente (en línea con la idea de que están trabajando por el éxito mutuo), y a su vez, el bienestar de todos mejora significativamente.
El concepto también implica que los empleados deben tener la oportunidad de aprovechar al máximo sus habilidades, talentos y competencias en el lugar de trabajo. Por lo tanto, la organización debe proporcionar tales condiciones para que los empleados puedan prosperar, mejorar sus habilidades y practicar sus fortalezas en una variedad de tareas. Una solución adecuada a esto es el diseño del trabajo, que permite a las personas diseñar sus trabajos.
El salario, los beneficios o incentivos adicionales influyen indudablemente en cómo se sienten los empleados respecto a sus tareas. Sin embargo, cabe señalar que hasta hace poco se creía que el salario era el principal motor para los empleados. Hoy en día, otros factores como las relaciones mutuas, las preocupaciones de salud o un sentido de pertenencia se consideran tan sustanciales como el salario.
Los empleados – independientemente de su posición o nivel en la jerarquía – necesitan una afirmación constante de su valía. Recibir reconocimiento por logros y contribuciones a la organización mejora la autoestima y la satisfacción laboral, lo que lleva a una mayor motivación y satisfacción. El reconocimiento social también fomenta relaciones interpersonales positivas, contribuyendo al bienestar general de un individuo.
Los valores fundamentales que subyacen a la psicología positiva en la organización siguen pautas claras con deberes delineados a realizar y cómo funcionar en el trabajo para todos en la organización. La confusión o el malentendido en ese sentido pueden terminar con sentimientos de abrumamiento que no afectarán adecuadamente la actitud hacia las horas pasadas en el trabajo.
El trabajo es una parte esencial de la vida de todos – y la actitud común que las personas tienen hacia él está llena de quejas sobre la cantidad de deberes impuestos, la necesidad de levantarse por la mañana, malas relaciones con compañeros de trabajo o superiores, o insatisfacción con las condiciones laborales (especialmente en las áreas de salario y flexibilidad de tiempo y lugar de trabajo).
La psicología positiva en el lugar de trabajo confronta esta actitud y reconoce que el logro del éxito por parte de una organización va de la mano con el bienestar de los empleados. La clave radica en la actitud correcta que puede ser trabajada por ambas partes – tanto los empleados como los gerentes o empleadores. Por parte de la organización, es necesario adaptar la conducta a cada empleado y responder a sus necesidades en términos de factores de satisfacción laboral.
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Gerente de recursos humanos con una excelente capacidad para construir una atmósfera positiva y crear un entorno valioso para los empleados. Le encanta ver el potencial de las personas talentosas y movilizarlas para que se desarrollen.
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